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El artista, la docencia y el flamenco

Cuando uno se dedica al arte, muchas veces, aunque no siempre,(a veces vivimos del aire) tiene la necesidad de pagar facturas, hacer la compra..., en definitiva ganar dinero y ese dinero, la mayoría de las veces, no proviene estrictamente del arte o de proyectos creativos personales.

Leyendo un artículo de Lucas Ospina titulado "de qué vive un artista", http://www.lasillavacia.com/elblogueo/lospina/22116/de-que-vive-un-artista, y aunque este artículo hace alusión sobre todo al artista plástico, me inspiré  para publicar este post en el blog.

cuadro Fany kano
obra de Fany Kano

Según este artículo (que recomiendo encarecidamente), me encuentro dentro de los artistas afortunados, pues estoy en la docencia artística dentro de la universidad. Sin embargo, no siempre la docencia artística en los distintos centros, se imparte con el suficiente rigor. Citando textualmente a Ospina: "un profesor de arte goza de un margen insólito de libertad, si los profesores de medicina dictaran sus clases como los profesores de arte dictan las suyas, graduarían asesinos en vez de médicos".

Y es que claro, todo el mundo tiene que comer, y más en crisis, aunque eso no debería justificar que se imparta el arte sólo como entretenimiento, pasatiempo, diversión... que el alumno lo pase bien... sí claro, el alumno lo debe pasar bien a cualquier edad, ¿pero esto significa priorizar lo lúdico al conocimiento? ¿acaso el aprendizaje no requiere un esfuerzo? ¿y el valor del esfuerzo? estos valores ya no están en alza... la forma, ahora está muy por encima del fondo, el mejor, el listo, es el que menos hace ... y así nos va... en un país que permanece a la cola de Europa en resultados académicos, donde los debates del flamenco siguen girando alrededor de frases como: "si esto es flamenco o no lo es, que si la pureza, que si el flamenco es andaluz..." Y mientras tanto, muchos extranjeros, grandes artistas flamencos, viven del flamenco muy dignamente, al margen de estos discursos...

Creo que el arte flamenco, debería empezar a tratarse de una vez por todas en España, como patrimonio de la humanidad, desde la competencia institucional y desde la labor personal, ética y responsabilidad de cada artista y docente.